26.11.07

Irán, EEUU, el petróleo y la madre de todas las bombas

Según los servicios de inteligencia franceses, Irán estará en condiciones de producir bombas nucleares dentro de unos diez meses. En realidad, ya lo está, pues existe un tipo especialmente perverso de arma nuclear denominada "bomba sucia"que no requiere para su fabricación grandes inversiones ni una avanzada tecnología, y se da por demostrado que determinados gobiernos y grupos terroristas islámicos mantienen esta opción en la despensa.
Pero, refiriéndonos estrictamente a la bomba nuclear convencional, esa que Irán podrá equipar en sus nuevos misiles inteligentes (con alcance suficiente para destruir objetivos en Europa) que llevan escrito -y no hablo metafóricamente, es que los soldados iraníes son así de coñeros- el topónimo "Tel Aviv" en el lateral, faltan, en teoría, diez meses.

Ese plazo, que yo intuyo calculado (o intencionalmente comunicado) al alza, es el que occidente tiene para decidir si va a permitir que Mohamed Ahmadineyad, el hombre que ha jurado "borrar del mapa" a Israel, tenga un botón rojo bajo su dedo.
-¿Es, pues, el presente artículo un elogio de la llamada guerra preventiva? No es mi intención.
-¿Puede ser interpretado de este modo? No lo niego.
Y es que hay dedos y dedos...
A nadie le parecerá discutible que el índice de Jrushchov, pongamos por caso, era en su día bastante menos peligroso para el mundo que el de cualquiera de estos terro-gobernantes de Estados teocráticos e intrínsecamente agresivos.

Una vez que dispongan de estas armas, no habrá forma de revertir la situación. Consideren quienes se estén diciendo que Irán también tiene derecho a explotar pacíficamente la energía nuclear o que Bush es más malo, antipático, tonto y feo que el presidente de la antigua Persia, que Irán ya ha mentido, engañado y desafiado a la ONU en lo que a desarticulación de sus centrales nucleares se refiere y que la radiación de una eventual cabeza nuclear dirigida a Europa no hará distingos entre quienes apoyen la Alianza de Civilizaciones y quienes, fascistas e intolerantes ellos, sostengan las tesis del sentido común.
El uranio enriquecido, como los misiles, lleva escrita una palabra: infieles.

De momento, Chávez (que todavía no se ha callado) ya ha amenazado con que un ataque a Irán significará una subida del petróleo hasta los 200$ el barril (la OPEP: algún día dedicaremos un post a estos, los verdaderos dictadores globales) y los EEUU, por su parte, han realizado con éxito los ensayos de una mega-bomba especialmente diseñada para destruir los túneles subterráneos que supuestamente albergan las instalaciones armamentísticas iraníes.

Probablemente la tensión remita hasta niveles soportables y nos ahorremos los directos de la CNN desde Teherán, pero también es posible que Bush decida hacerle un regalo de bienvenida a su sucesor en forma de "mundo libre de un Irán nuclear" o "economía mundial en crisis por los precios del oro negro".
Sea como fuere, la guerra empezó hace tiempo. Soldados encubiertos y voluntarios yihadistas están siendo enviados a diario, junto con financiación y equipamiento, a través de la frontera del país de los Ayatolás para hacerle la vida un poco más complicada a los marines que todavía intentan cortar la hemorragia iraquí.






2 Comments:

At 7:48 p. m., Blogger Prismatico said...

Nada mas entre aqui a asustarme,bueno solo un poco. Salu2

 
At 1:06 a. m., Anonymous Anónimo said...

Gracias a los demócRATAS (y al resto de partidos de izquierdas de Europa) cualquier intervención en Irán sería un suicidio político.

Si Bush atacase a los persas estaría hipotecando el futuro de su partido para una generación y todo por el electoralismo barato y cobarde de la izquierda que, en lugar de apoyar a sus tropas, se dedican a decirle a los terroristas la fecha hasta la que tienen que aguantar para ganar la guerra y lograr que EEUU se vaya de Irak.

Esperemos que Israel sea garante de nuestras libertades y nuestras vidas una vez más y ataque los reactores nucleares iraníes como hizo con los iraquíes tiempo ha.

Y por cierto, los misiles iraníes ni de coña podrían llegar a EE.UU. pero sí a Atenas, Moscú o Praga. Los líderes de Europa Oriental ya han iniciado los preparativos para proteger a sus pueblos permitiendo la instalación del escudo antimisiles.

A ver nosotros como evitamos que cualquier loco con turbante decida borrar de la tierra la pecaminosa Barcelona o la infiel Madrid.

 

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