7.3.08

Lo que Rajoy no puede decir hoy

Como de darle a Mariano en este blog su correspondiente -y, en ocasiones, muy merecida- dosis de caña ya se ha ocupado mi compañero en el liberalismo y el sentido común etilik0, me toca a mí ahora, a escasos instantes del comienzo de la jornada de reflexión, romper una lanza en su favor:

Tras la previsible (en vistas de lo barata, eficaz y rentable que viene resultando en este país) irrupción del terrorismo en la campaña, la declaración institucional de el de Pontevedra ha sido impecable y ha servido para acentuar más si cabe las diferencias entre unos y otros, colocados por caprichos del destino, con cuatro años de diferencia, en idéntica situación (nadie cree que mañana las sedes del PSOE vayan a ser atacadas, y sus dirigentes agredidos, por agitados simpatizantes PPeros, como en la anterior campaña sucediera a la inversa).

Pero precisamente por la referida extrema corrección en el discurso empleada por Rajoy, han quedado en el tintero cosas que convendría recordar justo ahora, en el momento más políticamente incorrecto, sí, pero también más necesario; y desde aquí asumimos la responsabilidad de hacerlo (pues nunca hemos dado un pimiento por la corrección política postiza):

-La autorización parlamentaria para hablar con ETA todavía no ha sido revocada -o más bien la propuesta de revocación que hizo el PP ha sido rechazada por el gobierno- (y esto después de haber pillado a Z mintiendo sobre el ahora sí, ahora no, he negociado con los terroristas).

-Mondragón, la localidad que ha servido de escenario a la cobarde y repugnante atrocidad cometida, está gobernada, tachán, tachán... ¡Por ANV! (los de la ilegalización ahora no que son hombres de paz, ahora sí que vienen las elecciones y las encuestas me dicen que necesito que vuelvan a ser malos). Por cierto, que la alcaldesa se llama Inocencia y ha ido al hospital a visitar a la familia del asesinado (tienen cojones ambas cosas).

-Nadie en la democracia ha combatido con tanta firmeza -si exceptuamos, claro, al PSOE de los GAL- a ETA como los gobiernos del Partido Popular, que, hasta que su labor y el pacto contra el terrorismo fueron interrumpidos por los socialistas habían alcanzado tal éxito que una gran parte de la banda se planteaba asumir la derrota definitiva.

-Podrían ser recordadas ahora múltiples y muy divertidas anécdotas del pasteleo habido entre los de Zeta y los de ETA, pero vamos a quedarnos, por poner dos ejemplos, con los paseos de de Juana y el chivatazo que se dio, allá por mayo de 2006, desde un teléfono de la sede socialista en Ferraz al jefe del aparato de extorsión de la banda terrorista cuando éste iba a ser detenido en una redada, de la que consiguió escapar a tiempo gracias a la información.

-Quizá Zapatero quiera, en fin, actualizar el duelo de cifras, la valoración al peso de las víctimas, que intentó colarle a Rajoy en el último debate. Ahora ya no van cuatro en esta legislatura, sino cinco.
Como si fuesen cinco mil, Zeta.