¿Quién les ha dado vela a los obispos?
En primer lugar, aclararé que estoy plenamente convencido de que estas manifestaciones, reorientaciones del voto de los fieles o como se le quiera llamar a la metedura de pata que han hecho y que yo lamento, no van a tener un efecto nada positivo en los potenciales electores del centro-derecha.
Pero, en todo caso, después de dos días de penitencia escuchando en todo tipo de tertulias -políticas y no políticas- todo tipo de sandeces por boca de todo tipo de estúpidos, me veo empujado a salir en defensa del episcopado en un punto al menos, y a enfrentar de paso a los progreperiodistas, progretertulianos y progreopinadores en general (que son legión) con una muy divertida contradicción en la que todos caen:
Si bien es cierto que puede parecer inadecuado que unos señores, por el hecho de llevar alzacuellos y ser referentes morales y espirituales para los, al menos, diez millones de creyentes practicantes de España, decidan "dar pistas" a su "rebaño" sobre a quién deberían votar, no es menos cierto que esos señores son, en su mayoría, doctos hombres dedicados durante años al estudio y la actividad intelectual, y desde luego están revestidos de mucha mayor autoridad para hacer cualquier pronunciamiento (en la segunda acepción del término, entiéndase) sobre cualquier tema mundano que nuestros amigos los titiriteros subvencionados.
Sí, lectores: esos grandes hombres y mujeres, próceres de la sabiduría, que velan por nuestros intereses culturales, intelectuales y políticos; los que hace cuatro años decidieron que "había motivo" y los que, cual tribunal de La Haya, declaran criminal de guerra a Aznar. Esos que deciden que todos somos piratas y debemos pagar por anticipado un canon por nuestros futuros botines de propiedad intelectual, y esos que lloran amargamente porque la gente es ignorante y no quiere acudir a las salas de cine a visionar sus fantabulosas películas, que, por ser arte puro -incomprendido, pero arte al fin y al cabo- deberán ser subvencionadas, y respetadas sus cuotas de proyección, por el gobierno de turno.
Esos que son, en fin, mejores que el común de los mortales y pueden, por tanto, aconsejarnos sobre a quién votar, qué libros leer (Lucía Echebarría, una imprescindible en tu estantería) y qué cultura consumir... Eso sí: los obispos, calladitos; que para eso son unos extremistas que se quieren meter en la vida de la gente.
Pero, en todo caso, después de dos días de penitencia escuchando en todo tipo de tertulias -políticas y no políticas- todo tipo de sandeces por boca de todo tipo de estúpidos, me veo empujado a salir en defensa del episcopado en un punto al menos, y a enfrentar de paso a los progreperiodistas, progretertulianos y progreopinadores en general (que son legión) con una muy divertida contradicción en la que todos caen:
Si bien es cierto que puede parecer inadecuado que unos señores, por el hecho de llevar alzacuellos y ser referentes morales y espirituales para los, al menos, diez millones de creyentes practicantes de España, decidan "dar pistas" a su "rebaño" sobre a quién deberían votar, no es menos cierto que esos señores son, en su mayoría, doctos hombres dedicados durante años al estudio y la actividad intelectual, y desde luego están revestidos de mucha mayor autoridad para hacer cualquier pronunciamiento (en la segunda acepción del término, entiéndase) sobre cualquier tema mundano que nuestros amigos los titiriteros subvencionados.
Sí, lectores: esos grandes hombres y mujeres, próceres de la sabiduría, que velan por nuestros intereses culturales, intelectuales y políticos; los que hace cuatro años decidieron que "había motivo" y los que, cual tribunal de La Haya, declaran criminal de guerra a Aznar. Esos que deciden que todos somos piratas y debemos pagar por anticipado un canon por nuestros futuros botines de propiedad intelectual, y esos que lloran amargamente porque la gente es ignorante y no quiere acudir a las salas de cine a visionar sus fantabulosas películas, que, por ser arte puro -incomprendido, pero arte al fin y al cabo- deberán ser subvencionadas, y respetadas sus cuotas de proyección, por el gobierno de turno.
Esos que son, en fin, mejores que el común de los mortales y pueden, por tanto, aconsejarnos sobre a quién votar, qué libros leer (Lucía Echebarría, una imprescindible en tu estantería) y qué cultura consumir... Eso sí: los obispos, calladitos; que para eso son unos extremistas que se quieren meter en la vida de la gente.
posted by Inkisitor @ 10:58
4 Comments:
Sin querer entrar en un asunto tan delicado como es la "autoridad moral e intelectual" de la Conferencia Episcopal, sí me gustaría, en primer lugar, afirmar mi condición de cristiano practicante y, en segundo lugar, manifestar que no me siento representado por Martínez Camino, Rouco Varela y demás señores, sobre todo tras las políticas que está siguiendo esta organización en los últimos tiempos.
Por último me gustaría hacer una pregunta abierta: ¿Jesús hubiese votado al Partido Popular?
Estimado ex compañero lasaliano Arturo, en primer lugar sé bienvenido a este blog; en segundo lugar vaya mi convicción (también desde la perspectiva de un creyente) de que Jesús no votaría a partido alguno, pero eso no le restaría autoridad a sus "representantes" en este mundo para hacer lo que han hecho, si bien mi opinión es que su salto a la palestra resultará contraproducente. Un saludo.
Arturo Nicolás, Jesús dijo: "Ojalá fueses frio o caliente, pero en como eres tibio te vomito de mi boca" Habría criticado el centrismo del PP y aborrecido la cultura de la muerte de la izquierda
@ Anónimo: en ese pasaje yo entiendo que a la hora de elegir la opción cristiana no caben "medias tintas".
No veo clara esa extrapolación traducida en extremismo que parece que propones, quizás me equivoque.
Para mí es evidente la respuesta a la pregunta formulada arriba.
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