13.1.08

Contra a ditadura, dereita dura

El Estado no se atendrá ya el seco deber de "instruir" en habilidades, maestrías y conocimientos. No juzgará "lo privado" como aquel "templo sagrado de la libertad", cuyas puertas ordenaba Saint-Just en 1793 no rebasar jamás al poder revolucionario.
El artículo 27.3 de la Constitución de 1798, que ordenaba a los "poderes públicos" garantizar "el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación
religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones", queda abolido de hecho.

Fidel Albiac

Cuando las cosas se ponen feas, nada mejor que un filósofo de derechas para poner las cosas en su sitio. ¿No al canon? Ni a Educación para la ciudadanía, ni al servilismo ante Marruecos, ni a la exaltación del aborto, ni al silenciar a los descontentos. Ni a muchas otras aberraciones.
Es una pena, pero la afirmación de la libertad individual y el respeto a los valores que nos hacen españoles y de nuestras regiones, se hace hoy día -y desde 2004- imposible sin negar gran cantidad de imposiciones ante las que parece que la única opción es transigir.
Que fue el muro rojo el que cayó, así que un poquito de agallas en defender al liberalismo.