Tócala otra vez, Narbona
A estas alturas los lectores ya lo sabrán: si el pasado año la ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona decidía que en Galicia se amparaba a los pirómanos (textualmente, que existía una cierta permisividad con estas conductas, que muchas veces se fundamentaban en las disputas personales entre habitantes del medio rural), este año ha dado dos o tres vueltas más de tuerca a este respecto...
En el contexto del gravísimo desastre que estos días asola a la comunidad autónoma gallega, la ministra, en un patético intento de cubirse las espaldas (tanto a sí misma como a su partido) ante las responsabilidades políticas que se exigirán tras la catástrofe, ha levantado el dedo acusador contra todo y contra todos, como fiel seguidora de la escuela Rubalcabiana.
En un principio, se trataba de una -inconcreta- trama organizada (expresión a partir de la cual los más radicales, siempre puntuales a su cita para conseguir rédito político de los desastres, extrapolaron la posible existencia de una mano negra que, afín al PP, se beneficiaría de la quema de los montes al poner en evidencia los planes medioambientales y la incompetencia socialistas). Tras la fantasmagórica trama, resultó que los incendiarios eran, al parecer, antiguos miembros de los retenes, despechados por no haber sido contratados este verano (sí, ésos a los que echaron en su día por no hablar gallego y a los que ahora han tenido que suplicar de rodillas su intervención). Tras el previsible aluvión de críticas (emitidas incluso desde el sindicato socialista UGT) que siguió a estas declaraciones, Narbona cambió nuevamente de opinión para sorprendernos con el más ridículo todavía: el bajo nivel sociocultural de algunas aldeas gallegas favorece la proliferación de pirómanos (sic).
En fin, ministra, que cada vez que abre usted la boca le hace un favor a la oposición; eso sí, a costa de obligar a los españoles a pasar el bochorno de constatar la incompetencia de quienes les gobiernan.
Me permito añadir un pequeño anexo al post inicial, pues ha trascendido hace pocas horas que el único de los sospechosos de piromanía detenidos que tiene filiación política pertenece al...PSOE. Nunca mais.
En el contexto del gravísimo desastre que estos días asola a la comunidad autónoma gallega, la ministra, en un patético intento de cubirse las espaldas (tanto a sí misma como a su partido) ante las responsabilidades políticas que se exigirán tras la catástrofe, ha levantado el dedo acusador contra todo y contra todos, como fiel seguidora de la escuela Rubalcabiana.
En un principio, se trataba de una -inconcreta- trama organizada (expresión a partir de la cual los más radicales, siempre puntuales a su cita para conseguir rédito político de los desastres, extrapolaron la posible existencia de una mano negra que, afín al PP, se beneficiaría de la quema de los montes al poner en evidencia los planes medioambientales y la incompetencia socialistas). Tras la fantasmagórica trama, resultó que los incendiarios eran, al parecer, antiguos miembros de los retenes, despechados por no haber sido contratados este verano (sí, ésos a los que echaron en su día por no hablar gallego y a los que ahora han tenido que suplicar de rodillas su intervención). Tras el previsible aluvión de críticas (emitidas incluso desde el sindicato socialista UGT) que siguió a estas declaraciones, Narbona cambió nuevamente de opinión para sorprendernos con el más ridículo todavía: el bajo nivel sociocultural de algunas aldeas gallegas favorece la proliferación de pirómanos (sic).
En fin, ministra, que cada vez que abre usted la boca le hace un favor a la oposición; eso sí, a costa de obligar a los españoles a pasar el bochorno de constatar la incompetencia de quienes les gobiernan.
Me permito añadir un pequeño anexo al post inicial, pues ha trascendido hace pocas horas que el único de los sospechosos de piromanía detenidos que tiene filiación política pertenece al...PSOE. Nunca mais.
posted by Inkisitor @ 14:05
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